martes, 5 de abril de 2011

PASOS CORTOS, PERO FIRMES.

   Menos de un mes para el Triatlón de Lisboa, y van más de seis meses de entrenamiento casi sin darnos cuenta. El Trail de Huetor, muy duro, por cierto, aportó un par de cuestiones al apartado "Observaciones" del diario de entrenamiento:
1.- El entrenamiento está dando sus frutos en cuanto a rendimiento cardiovascular. El "motor" responde oportunamente.
2.- Necesito un descanso muscular. La carga excéntrica del trail ha sido considerable y mis cuádriceps piden oxígeno.
   Y así está siendo. Después de un merecido masaje de descarga (gracias, Nuria), la semana pasada fue de entrenamiento regenerativo en todos los segmentos y desde ayer estamos inmersos en plena "puesta a punto"o "afinamiento", como bien merece la primera competición importante de la temporada.
    La puesta a punto persigue que el triatleta llegue a la competición activo y descansado psíquica y fisiológicamente; en óptimas condiciones de rendimiento. Casi "ná". Dicho así parece sencillo, pero no lo es tanto, pues se hace necesario gestionar equilibradamente intensidad y descanso (sin caer en el desentrenamiento). Con este entrenamiento reducido evitaremos pérdidas a nivel cardiorrespiratorio, metabólico y muscular. Como regla general:
    - Mantendremos o aumentaremos la intensidad.
   - Reduciremos la frecuencia de entrenamiento (teniendo en cuenta la necesidad de conservar las adaptaciones).
    - Disminuiremos el volumen considerablemente (pudiendo llegar a una reducción del 60% e incluso del 90% la semana previa a la competición).
    En cuanto a los contenidos del entrenamiento, deberán ajustarse al MODELO DE COMPETICIÓN. A grandes rasgos, esto es:
    - Reafirmar los puntos fuertes del triatleta a nivel técnico
    - Ultimar detalles de alimentación
    - Utilización del material de competición en condiciones "reales"
    - Simular los esfuerzos de acuerdo a los patrones de competición