jueves, 7 de junio de 2012

LÍNEAS DE SALIDA

   Desgraciadamente, situarse tras una línea de salida no siempre conlleva atravesar la de meta. ¿Ves cómo está el contador de los 101? ¿A cero, verdad? Pues así es como me quedé yo antes de lo esperado por esas tierras de Ronda. Después de un último mes y medio "movidito" de entrenamientos, trabajo y competiciones, saltaron las luces de emergencia en forma de bajada de defensas que una analítica se ha encargado de confirmar. La inercia de la rutina hace pensar que no puedes permitirte perder un entrenamiento ni una carrera. El físico da lo que da (vaya sentencia!) y después del Trail de Vélez, la Ibiza Ultra Team y los entrenamientos de alta intensidad entré en un estado de fatiga que me ha pasado la factura en Ronda. Así que las dos semanas previas a los 101 fueron también una carrera, pero a la desesperada po  recuperarme. Como suele decirse: "En casa de herrero, amanece más temprano" ¿No era así? En cierto modo ha sido así; porque no me he administrado bien el descanso ni la alimentación (cuando me harto de pregonar lo necesario que es) y porque en las últimas pruebas me han entrado las prisas, una especie de ansiedad por llegar a la meta, por que se acabe la prueba (yo que empiezo todas las distancias reservón total).

   La Ibiza Ultra Team debería haber sido una prueba de confirmación positiva. El único objetivo era, por obligación, disfrutar de esta prueba que reunía todas las condiciones para ser un espectáculo y una puesta a punto ideal para los 101.

   A los pocos minutos de la salida decido separarme del grupo ¡Error garrafal! El perfil no parece muy exigente ¡Segundo gran error! Aparentemente, a partir del km 15 estaba todo el desnivel hecho. Pero la sorpresa estaba por llegar con kilómetros de arena de playa demoledores, interminables. Confirmo que he salido demasiado rápido.


   Llego al avituallamiento del km28 agotado. Voy entre los 10 primeros (luego vería en la clasificación que iba el 5º), pero me veo incapaz de mantener el ritmo. Y ahora llega otra gran sorpresa en forma grandes desniveles que tiran de espaldas. Entonces entro en modo supervivencia y a llegar como sea. Los calambres apenas me permiten correr.

   La prueba acaba con un recorrido espectacular por el casco antiguo de Eivissa, atravesando el castillo de la ciudad. El jaleo de la meta se oye por todas las calles aledañas hasta que te encuentras con una recta de alfombra hasta la llegada. El último calambre lo tengo entrando en meta (menos mal que no hay fotos). Al final 14º, con mucho tiempo perdido desde el km 30 hasta el 42.
 


   Los 101 de Ronda eran el gran objetivo de la temporada. Pero ya he comentado que se quedó en un intento. La fatiga general y los problemas musculares que arrastraba acabaron con este reto en el km 52 (Alcalá del Valle). Así que como uno es muy cabezón, o bien son las secuelas psicológicas, al día siguiente ya estaba pensando en sacarme la espina en la próxima edición.


  
   Me gustaría haber puesto una foto de la llegada, peeeeero...Habrá otras líneas de salida y seguro que también de meta.