miércoles, 29 de febrero de 2012

ENTRENAMIENTO PSICOLÓGICO

    Faltan 72 días para nuestra participación en los 101 Km de Ronda. Prueba emblemática donde las haya; larga duración, perfil exigente de gran desnivel, en la que la inestabilidad primaveral marcará decididamente las condiciones finales de la carrera, y puntuable para el UTMB. Inscripciones que se agotan en horas, miles de participantes, miles de historias personales que provocan la iniciativa a nuevos retos, organización impecable a cargo de La Legión. Ya conocemos el recorrido, aunque en la modalidad de bicicleta de montaña, y este año toca la marcha individual a pie.

    Los entrenamientos van por buen camino. Poco a poco hay más sensaciones de seguridad física y control del esfuerzo, así que empieza a cobrar importancia la seguridad psicológica. Nada de visualización, entrenamiento simulado, técnicas de PNL, mindfulness (ahora que está de moda) o cualquier otro tipo de preparación psicológica. Lo que curte a todos los niveles es llevar a cabo un entrenamiento de los que no se olvidan, como el del sábado pasado.
   Sábado de carnaval. Arranco el coche a las 8:30 de la mañana. 2º C bajo cero para empezar, aunque hace un día espléndido. Llego a casa de mi hermano sin saber muy bien qué recorrido me tiene preparado, pero seguro que duro, durísimo. Así fué.

 Primeros 7 km en ascenso, sin descanso, así, "sin pan ni ná". La temperatura ya no es una preocupación.


 Primer checkpoint en el Puerto del Peral.



   Salimos del Puerto dirección María y poco a poco se van endureciendo las condiciones. Más desnivel, más umbría, más frío, ¡nieve!.
   En los primeros pasos sobre la nieve vamos celebrando lo acertado de la ruta. ¡Preciosa! Hacía años que no pasaba por aquí corriendo. Así que nos envalentonamos y en la bifurcación hacia María decidimos escoger el camino más duro, sin duda, el más bonito. El sendero en zig-zag nos hace ganar altura y ,con ella, más nieve y mucho frío. El sendero se ha perdido hace un buen rato, así que solo queda seguir las pocas huellas heladas que han quedado en la nieve. Juanito, !tenemos que salir de aquí cuanto antes!
    En el segundo, checkpoint aprovechamos para sacar una foto. Nuestras caras lo dicen todo. Todavía podemos manipular el móvil. 

    Ha llegado el momento de darse con los pies en el culo para salir de esta zona ¡¡11º bajo cero!! Buscamos el sol todo lo rápido que nos lo permite el entumecimiento que nos recorre el cuerpo ¡Se me van a caer los dedos de las manos! Tengo que cambiarme los guantes. Los que llevo son demasiado finos, pero es que no puedo quitármelos. Oye Juan, ayúdame ¡Yo tampoco puedo! ¡Imposible coger la cremallera de la mochila! Como puedo me los quito con la boca y consigo ponerme unos más gruesos. Ale, a correr buscando el sol.
     Por fin descendemos y la temperatura se suaviza. Corremos lento para empaparnos de sol. Paso por el Jardín Botánico y descanso en la Ermita de la Virgen de la Cabeza. Reponemos energía a base de dátiles y potingues varios, cambio de camiseta y calcetines, y a seguir dándole a los palillos.

Tercer checkpoint. De ahí arriba venimos.


   El siguiente paso será por el paraje de Los Alamicos, en plena Sierra de María, a buen ritmo por una pista llana.
   Poco a poco los kilómetros van pasando factura. Los cálculos empiezan a fallar y hay que cambiar los planes iniciales. En principio iban a ser unos 37 km en total, pero es que llevamos ya más de tres horas y poco más de la mitad del recorrido. Las nuevas cuentas nos dan casi 60 km ¡Uff! Así que plan B: llamada telefónica al buen amigo Pou que no duda en venir a recogernos a Chirivel, además, con un bolsón de fruta, coca-cola y gominolas ¡Gracias Pou!
   Total, casi 40 km en algo más de cuatro horas y media, con mil sensaciones distintas, pero sobre todo, con confianza.
   ¿Confianza? Pues prepárate que esto no es ni la mitad de lo que te espera en Ronda.