martes, 16 de agosto de 2011

POR PRIMERA VEZ

    Sólo faltan 4 días y algunas horas para que nos echemos al agua en el Challenge de Vichy. Mañana emprendemos el viaje por carretera, pero esta historia tiene su inicio hace aproximadamente un año.
     Hace casi un año tuve la ocasión de acompañar a Juan Abel a su participación en el Zeleznak de la República Checa (viaje memorable), y por entonces, la idea de participar en un triatlón de distancia ironman sólo había rondado vagamente por mi cabeza, siempre con respuesta negativa. Puede que el momento de euforia que vivimos en Lipno Lake fuera definitivo, no lo sé, pero sé que pocas semanas después empezó el viaje hacia la larga distancia, en definitiva, hacia Vichy. Ahora vuelvo a tener la suerte de ir con Juanito, compañero de fatigas, pero con dorsal, 408 yo, 409 él.


     En octubre de 2010 ya lo tenía claro. Tenía que intentarlo, aunque todavía no sabía en qué plaza. Por primera vez me plantee los entrenamientos como una obligación. O como he dicho en varias ocasiones, como un "hobby obligatorio", siempre desde el punto de vista aficionado, es decir, acabar, cruzar la línea de meta. No obstante, por muy hobby que sea, los entrenamientos se van imponiendo como prioridad en el dia a dia. Quizás a algunos les suene a contradicción combinar los términos aficionado y obligatorio, pero es así. Creo que llamarlo "hobby obligatorio" es acertado. Esta idea está presidida por una premisa incontestable: Si quieres DISFRUTAR de la prueba, tienes que ser constante en el entrenamiento.
     Por primera vez estructuré la temporada (dentro de mis posibilidades) en cuanto a competiciones y modelos de planificación.
     Por primera vez planifiqué los entrenamientos por segmentos, con cierto rigor.
     Por primera vez me puse a dieta concienzudamente y obtuve resultados.
         
     En la última entrada previa al viaje a Lipno estuve reflexionando sobre lo que supone abordar un triatlón de esta distancia (3,8Km de natación+180Km de ciclismo+42,2Km de carrera a pie). Entonces pensaba que sabía ciertamente lo que conlleva (de hecho lo sabía), pero no lo había experimentado físicamente como ahora. Después de 11 meses de preparación sé lo que es entrenar para este objetivo (el mes de Julio acabó con más de 75 horas de entrenamiento), aunque todavía falta la culminación de este viaje. El próximo día 21 tiene que ser, espero que sea.

Por primera vez me veo capaz de intentarlo.
Nos vemos a la vuelta.