jueves, 24 de noviembre de 2011

CAMPEONATO DE ESPAÑA DE LARGA DISTANCIA. CRÓNICA.

   Estaba yo tan tranquilo, liberado ya del desgaste de Vichy, empezando a entrar de nuevo en la rutina del entrenamiento cuando vino el demonio (con cariño) a tentarme; "El Campeonato de España de Triatlón de Larga Distancia es en Orihuela. Aquí al lado. Para una vez que hay algo importante por aquí cerca, habrá que ir, ¿no?". Así de sutil fué su propuesta. Aunque mi respuesta necesitaba una reflexión. "A ver, que eso está muy bien, pero es que estoy todavía casi muerto psicológicamente. Vamos, que no me apetece ni imaginarme lo que supone esta distancia (4000m+120km+30km). Sólo pensarlo me provoca escalofríos". Además, es preceptivo haberse clasificado previamente...¡me cachisssss! (respiré). Pero no hay excusas (aparte de la pereza). Las federaciones territoriales tienen potestad para dar invitaciones, y al ritmo que iban las inscripciones era muy probable conseguir una. Así que invitación solicitada y concedida. Y por si fuera poco, cálido y gratuito recibimiento en el templo de la serenidad que es la casa y la compañía del amigo Antonio "Karma" Castillo en Torrevieja. Que no, que no hay excusas. "Madre mia, pues ya me he metido en la boca del lobo (que luego se convertiría en huracán)."
   Así que el viernes 4 de Noviembre ponemos rumbo a Orihuelica del Señor. En el pensamiento, la idea de "¿a quien se le ocurre organizar una competición de este calibre en el mes de noviembre?". Pues no se le ocurre a nadie. Lo que sucede es que tendría que haberse celebrado hace más de un mes en Ibiza y tuvo que suspenderse por motivos económicos (como todo últimamente). Y claro, como se va a suspender un campeonato de España...En fin, a veces no se sabe que es mejor. A ver qué valiente es el que asume organizar esta competición. El valiente se llama Ximo Rubert, quién afrontó la logística de este campeonato de forma sobresaliente con sólo cuatro semanas de margen.
   La semana venía movidita en lo meteorológico y el fin de semana iba a ser toda una fiesta en forma de vendaval. "Bueno, ¿Orihuela es de Alicante, no? Seguro que allí está todo en calma".
   Como de costumbre, anuncié la participación en esta prueba en el blog. "Anda, ahora que me acuerdo, ¿Miguel Hernández era de Orihuela, no? Voy a buscar un poema aparente para darle un toque romántico al asunto". "Vientos del Pueblo" me parece bien (con algunos versos menos); la lucha, la entrega, el sacrificio, la rebelión, el esfuerzo y el carácter de los pueblos de España, y la esperanza final. Luego resulta que el sobrenombre de la prueba es "Vientos del pueblo" (y yo que me creía original...), título que no podía ser más acertado, todo sea dicho.
  
   El sábado, después de una reconfortante sesión de yoga nos vamos a ver el pantano y a subir el puerto del segmento ciclista. En coche, claro (por si había alguna duda). Los casi 11km de puerto no parecen muy duros. Además, serán los kilómetros más resguardados del viento, que cada vez sopla con más fuerza y racheado en todas direcciones. El pantano, bueno, es un gran charco al que hay que acceder por una antigua carretera inundada. Allí nos encontramos al mismo Ximo Rubert embutido en el neopreno y con la cara color púrpura que lleva más de dos horas intentando adecentar (si es que se puede) la entrada al agua.
   Por la tarde toca chek-in y demás parafernalia. La charla técnica es un reconocimiento al esfuerzo organizador y a la valentía de los participantes. Esto negociado se espera épico.

   El domingo toca el despertador a las 5:15 de la mañana. ¿Pues no que hace frío?. Desayuno y destino a la zona de salida. Ya se han despejado las mínimas dudas; hace un día de perros.
   La tarea de los últimos preparativos hace que el tiempo se esfume, y en un suspiro estamos viendo la salida élite. En 10 minutos es la de grupos. Ordenaditos por número de dorsal entramos al agua en medio de una madeja de vegetación muerta. Las boyas están en el infinito. Sólo dos. Señores, no habrá canoas. El viento las ha volcado y la seguridad es lo primero. "¿La seguridad, y nosotros qué?". El bocinazo de salida nos pone punto en boca.  El viento hace que a cada brazada vaya una ola a la cara. No hay compás, no hay marea. Llega un punto, a la vuelta del primer 2000, que unos cuantos nos detuvimos, nos quitamos las gafas y consensuamos el rumbo. Había gente por todos lados. Imposible saber quién iba en buena dirección.
   Salida cautelosa del agua, transición tranquila, abrigo y a pelearse con el viento. Con los vientos de este pueblo.
  

Vientos del pueblo me llevan,

vientos del pueblo me arrastran,

me esparcen el corazón

y me aventan la garganta.




Los bueyes doblan la frente,

impotentemente mansa,

delante de los castigos:

los leones la levantan

y al mismo tiempo castigan

con su clamorosa zarpa.

 Si me muero, que me muera

con la cabeza muy alta.

Muerto y veinte veces muerto,

la boca contra la grama,

tendré apretados los dientes

y decidida la barba.



Cantando espero a la muerte,

que hay ruiseñores que cantan

encima de los fusiles

y en medio de las batallas.



  
   Y después de 8h36´, después de este día de azotes, de huracán y de tormenta eléctrica en mis piernas se agradecen muchos detalles. Lo que más, un abrazo, un reconocimiento sincero, aunque sea de un desconocido. Pero que sepas Ximo, que me he qudado con tu cara. Y sí, fué duro, épico y me alegré de que el demonio removiera mis ganas de volver a luchar. ¡¡Juanitoooooooo!!

viernes, 4 de noviembre de 2011

CTO. DE ESPAÑA DE TRIATLÓN DE LARGA DISTANCIA. ORIHUELA.





Vientos del pueblo me llevan,

vientos del pueblo me arrastran,

me esparcen el corazón

y me aventan la garganta.



Los bueyes doblan la frente,

impotentemente mansa,

delante de los castigos:

los leones la levantan

y al mismo tiempo castigan

con su clamorosa zarpa.

No soy de un pueblo de bueyes,

que soy de un pueblo que embargan

yacimientos de leones,

desfiladeros de águilas

y cordilleras de toros

con el orgullo en el asta.

Nunca medraron los bueyes

en los páramos de España.

¿Quién habló de echar un yugo

sobre el cuello de esta raza?

¿Quién ha puesto al huracán

jamás ni yugos ni trabas,

ni quién al rayo detuvo

prisionero en una jaula?

...
...
Si me muero, que me muera

con la cabeza muy alta.

Muerto y veinte veces muerto,

la boca contra la grama,

tendré apretados los dientes

y decidida la barba.


Cantando espero a la muerte,

que hay ruiseñores que cantan

encima de los fusiles

y en medio de las batallas.

Miguel Hernández

NATACIÓN: 4000m.


CICLISMO: 120 Km.


CARRERA A PIE: 30 Km.