martes, 22 de junio de 2010

EN CASA DE HERRERO...

   Que las lesiones son un elemento inherente a la vida deportiva es un hecho incuestionable. Que siempre, en un primer momento, nos empeñamos en negarlas también lo es. El caso es que llevaba un par de años (el tiempo que más o menos llevo en este mundillo del tri) piropeando al triatlón porque ya casi no me acordaba de lo que era una lesión. Me refiero a esas lesiones que identificas al instante, en las que puedes describir exactamente el hecho agudo y el mecanismo de producción. Atrás habían quedado los esguinces de tobillo (ya no me acuerdo de cuantos tuve), subluxaciones de hombro, contusiones musculares y roturas de fibras, fisuras de huesos, etc, y otros regalitos cortesía del "deporte rey".
   Pero, como he dicho al principio, deporte y lesiones van unidos, y en el momento menos pensado, el sobreuso articular, el descuido de los contenidos complementarios del entrenamiento (léase trabajo muscular compensatorio, mejora de la flexibilidad,...), la irregularidad (y, por tanto, la desobediencia a los Principios Generales del Entrenamiento: continuidad, progresión, alternancia reguladora del esfuerzo, etc), la incoherencia que supone la imposibilidad (genética, experiencia, física) de entrenar "a lo pro" y sin embargo ser exigente contigo mismo, te avisan en forma de lesión. En este caso, una fuerte contractura lumbar fue la manifestación de una HERNIA DISCAL a nivel L5-S1, y otras dolencias que ha revelado una resonancia magnética.
   Tengo claro que esta lesión viene de años atrás, quizás de algún daño congénito asociado, además, a no respetar las normas más básicas de higiene deportiva (pero que conste que soy muy limpio). Como se suele decir, EN CASA DE HERRERO...CUCHARA DE PALO.

¿Y AHORA? Después del zarpazo que me supuso la primera lecutura del informe  radiológico tocaaa...por supuesto recuperación, y por supuesto nada de dejar el deporte (pero con precauciones). Es más, ayer volví, después de más de un mes, a sudar, a disfrutar sudando, a nadar, a pedalear (aunque sea en la bici estática), a cansarme... Eso sí, progresión en el esfuerzo y compensación abdominal lo primero. Toca paciencia (ufff!!), regeneración, igual que al blog, que le ha tocado un cambio de cara con intenciones renovadas... muy a mi pesar,. Así, las crónicas futuras serán acerca de las pruebas de otros, mayormente de los Pejis, y algún que otro articulillo teórico sobre entrenamiento. En fin, como no hace mucho me escribió mi madre: LA GLORIA NO CONSISTE EN TRIUNFAR, SINO EN LEVANTARTE CADA VEZ QUE TE CAES (y en esto ya tengo experiencia). La gloria será la vuelta a las pejigueras. 

miércoles, 2 de junio de 2010

SI LO SABÍAS..."PA" QUÉ LO HACES?

 
  Imagen que sobrevolaba sobre mi cabeza antes del Triatlón de Águilas. KO total. ¡¡ESE, A LOS LEONES!!  La espalda dijo basta y lo hice en plan alcayata, por lo que los resultados no podían ser más que los que fueron. Sufrimiento de principio a fin sin capacidad de respuesta. Así que los únicos boxes que voy a ver en una temporada van a ser los del fisioterapeuta. Y es que uno es muuuuuuuy cabezón, que ya me lo decía mi madre; ¡¡muy dura, que tienes la cabeza muy duuura!!. Así que lesión al canto (cosa que ya sabía). Ay Antoñico, si te hubieras estado quietecico...ES LA GUERRA, OTRA GUERRA!! Ahora el esfuerzo consiste en estarse quieto, y eso no es nada fácil en este punto álgido de la temporada, en pleno periodo competitivo, pero...¿No se dice que lo primero es la salud?.