martes, 16 de noviembre de 2010

JORNADAS TÉCNICAS 2010

   El afán por profundizar en el conocimiento del triatlón,  escuchar y envidiar sanamente experiencias de superclases como los jóvenes Mario Mola o Josemi Pérez o los experimentados Jaime Menéndez de Luarca o Pablo Cabeza, intercambiar ideas y opiniones con otros apasionados, nos ha llevado a asistir a las Jornadas Técnicas que la Federación Española de Triatlón ha celebrado en Madrid este fin de semana.

   A este tipo de "actividades formativas" uno (yo) suele ir con una idea preconcebida referente a las temas monográficos y a las preguntas que haría en el turno correspondiente. Se espera mucho nivel técnico, concreción y especificidad en los contenidos, precisión en los términos, explicaciones y razonamientos. A tenor de la relevancia de los ponentes esto suele cumplirse con creces. Pero entonces llega el "crack", el fuera de serie, el triatleta que ha sido tocado por los dioses (como si lo hubieran enviado para hacernos conscientes de nuestra inferioridad), y tira todo lo anterior por tierra. Se limpia de un manotazo los principios de la fisiología, los últimos avances en entrenamiento. Pasa por encima de las zonas de entrenamiento, de los medidores de potencia, los pulsómetros, los diarios de entrenamiento y demás parafernalias. Te dice que corre un maratón en 2h25´sin esforzarse demasiado, cuando hace unos minutos otro triatleta-entrenador opina que no ve necesario correr un maratón en temporada con objetivo Ironman. ¿Y para esto hago el curso de entrenador, leo y contrasto artículos técnicos, repaso entrenamientos? ¿Para esto?. Estas preguntas me las hice en la última intervención de la tarde, como supongo se las haría el 90% de los asistentes.  Sabemos que el entrenamiento es cada vez más científico, más analítico y meticuloso. Y aún más en deportes de resistencia, lo cual es aún más relevante teniendo en cuenta los segmentos de natación y carrera a pie. Así que primero se te queda cara de tonto, pero después te alegras de que haya sorpresas. Marcel Zamora es esta sorpresa. No tiene entrenador, su diario de entrenamiento está olvidado en un cajón desde el año 98, lleva más de 15 años compitiendo en triatlón y ha ganado consecutivamente los últimos 5 Ironman de Niza, más otras nosécuantas carreras de dureza extrema como el Embrunman o el TriEpic Pirineos. Es de esos casos en los que el porcentaje normalmente asignado a la carga genética como responsable del rendimiento es muy superior a la media. ¿50%,80%,...?. Entonces, ¿he dicho que me alegraba de que hubiera sorpresas, no?. Pues sí, te alegras por un lado, porque no todo lo da el entrenamiento, pero otro piensas en las mínimas posibilidades de mejora teniendo en cuenta la herencia genética propia y la de los triatletas que pueda llegar a entrenar.

   Hay cosas que no tienen arreglo. Una de ellas es la herencia genética y otra es el careto que me ha salido en la foto,JAJAJAJAJA!!Lo cual demuestra que en mi equipamiento de serie no va la fotogenia.